Antonio Banderas y Salma Hayek en la premiere en Londres de El Gato con Botas. El último deseo

Son muy amigos, se conocen desde hace mucho tiempo, empezaron casi a la vez en Hollywood (él en 1992 con Los Reyes del mambo tocan canciones de amor y ella en 1995 con Desperado, protagonizada por Banderas) y han coincidido en varias películas. Ahora, vuelven a hacerlo en El Gato con Botas. El último deseo, doblando a unos personajes que conocen muy bien, sobre todo Antonio, que ha vivido con este Gato (y le ha dado vida) durante casi veinte años… y ha sido testigo de primera mano del impacto del personaje en varias generaciones. “Me han entrevistado en todo el mundo y a menudo pienso: Espera, cuando esta persona vio Shrek 2 debía tener siete u ocho años. Ahora me entrevista sobre un personaje que vio hace mucho tiempo, y tendrá 28 o 29 años. Me parece maravilloso que crecieran con un personaje que les impactó de esta forma. Es el momento oportuno para que el Gato vuelva a la gran pantalla, que es donde pertenece realmente”.

Salma, por su parte, vuelve a encontrarse con la felina Kitty, tremendamente independiente, muy avispada y con mucho carácter. Solo ella puede compararse al Gato con Botas, y él lo sabe.

Antonio y Salma no tuvieron problema alguno en volver a conectar con sus personajes y el uno con el otro. «Hace casi treinta años que Antonio y yo nos acompañamos delante y detrás de la cámara. Incluso si grabamos cada uno por nuestro lado, sé cómo interpretará una frase, o qué versiones ofrecerá. Es una relación que nos permite conectar aunque el otro no esté, como si fuéramos hermanos. Sabemos cómo sacarnos de quicio y morirnos de risa después”.

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