Kirsten Dunst ofrece la mejor interpretación de su carrera en esta película que llegará a nuestras pantallas el 19 de abril.
En un año de elecciones en Estados Unidos, resulta natural que los directores se decanten por temas políticos para sus historias. Lo sorprendente es la reacción que Civil War ha tenido en el Festival de SXSW (South by Southwest). Este nuevo thriller político ha generado una gran controversia porque su guionista y director Alex Garland imagina a Estados Unidos en una guerra total.
Dunst interpreta a Lee, una fotoperiodista que recorre un país en conflicto, del que California, Texas y Florida se han separado para formar Las Fuerzas Occidentales en un intento para derrocar al gobierno establecido. Mientras documenta los horrores inhumanos de las luchas internas estadounidenses y la realidad de los ciudadanos que se convierten en refugiados en su propio país, Lee busca decir la verdad, pero su misión resulta inexplicablemente controvertida y real.
La película revela una visión violenta de un futuro cercano en un Estados Unidos enfrentado consigo mismo. El filme es la gran apuesta del año del estudio A24, que ha invertido el mayor presupuesto de su historia en una cinta que recoge la ansiedad de un país temeroso de lo que pueda suceder en las próximas elecciones en tiempos altamente partidistas y antes de una elección presidencial potencialmente trascendental en noviembre .
“La película pretende ser una conversación. No se trata de afirmar nada, bueno, supongo que se trata de afirmar algunas cosas, pero es una conversación y eso significa que no es un sermón», dijo Garland a los invitados en el South by Southwest después de la proyección.
Según apuntó, la idea de la película se le ocurrió hace exactamente cuatro años. “Cuando escribí el guion se lo envié a A24 y en seguida me dieron el ok, lo cual fue sorprendente. Esta es una película valiente para financiar, realmente lo es”.
Para la protagonista de la película, el cineasta ha sido muy atrevido. “Nunca había leído un guión como este”. Su personaje se dirige a la capital, Washington DC, para capturar los momentos finales y sangrientos de la guerra. A ella se une una joven aspirante a fotógrafo, interpretado por la actriz de Priscilla, Cailee Spaeny.
“Es una carta de amor al periodismo y lo importante que es”, destacó Garland. El director inglés también afirmó que hay dos tipos de cineastas. “Unos, de una manera extraña, hacen películas sobre las películas que aman, lo cual es algo perfectamente bueno. Y hay otros que de alguna manera están reaccionando al mundo que los rodea. Yo estoy en la segunda categoría. Mi película está conectada con el mundo. Sí, está conectada con el mundo. Algunas de las cosas que se discuten en ella suceden globalmente. No son particulares de Estados Unidos”.
Si bien es innegable que es una película política, Civil War hace todo lo posible para enmascarar cualquier sesgo partidista. Garland evita detallar exactamente cómo la nación se dividió en dos, o cómo surge la alianza California-Texas-Florida. “La película no es partidista de ninguna manera. No se trata de derecha o izquierda. Ese es el mensaje totalmente opuesto de esta película. En realidad trata sobre la humanidad y lo que los horrores de una guerra civil le hacen a un país. Es más una advertencia que cualquier otra cosa. Y siento que te sacude porque es muy intenso, se siente muy real. Yo creo que es por eso que está afectando tanto a todos», terminó la actriz.
En cuanto a Garland, se mantiene firme en su mensaje de que la película está diseñada para provocar pensamientos y conversaciones sobre el estado de la política mundial. “Siempre trato de dejar espacio para que la gente piense y tenga su propia opinión. No estoy interesado en tratar de hacer valer mi opinión en particular, pero sí en provocar preguntas y participar en una conversación”.
Texto: María Estévez
