«El mayor desafío para nosotros fue no repetir lo que hicimos en la primera película», nos cuenta Kemp Powers, uno de los directores del nuevo Spider-Man

María Estévez (Los Angeles)

Han pasado cuatro años y medio desde el lanzamiento pionero de Spider-Man: Un nuevo universo en la pantalla grande. En aquel entonces, una de las mejores películas de superhéroes que se haya hecho jamás al romper todas las reglas, sobre todo desde el punto de vista de la animación. Su estética, que comprende una combinación de CGI y trabajo artesanal en 2D, incorporó líneas y el famoso Kirby Krackle de Jack Kirby para dar la impresión a los espectadores de que estaban viendo un cómic cobrar vida ante sus ojos.

Dispuestos a superarse a sí mismos, el equipo de directores de Spider-Man: Cruzando el multiverso,  Kemp Powers, Joaquim Dos Santos y Justin K. Thompson, se propusieron crear espectaculares efectos visuales inspirados en los cómics. Su predecesor fue una revolución dentro de la animación gracias a su meta narrativa que convirtió la película en una obra de arte. “Nos dimos cuenta que habíamos conseguido algo distinto con Spider-Man: Un nuevo universo y queríamos hacer lo mismo con la secuela. Hemos intentado desarrollar una historia emotiva sin sentirnos atrapados por el éxito de su predecesora”, apunta Joaquim Dos Santos, uno de los tres realizadores. Juntos dieron permiso a los animadores a probar cosas distintas, siendo tan artísticos como pudieran ser. “Con este filme nos hemos quitado los grilletes por completo”. 

Spider-Man: Cruzando el multiverso comienza un año y cuatro meses después de los acontecimientos de la primera. Miles Morales ha pasado ese tiempo perfeccionando sus habilidades de superhéroe mientras intenta adaptarse a su nueva realidad. Cuando la amiga e interés amoroso de Miles, también conocida como Spider-Gwen, reaparece a través de un portal interdimensional, Miles se ve envuelto en otra misión para salvar el multiverso. “Gwen se convierte en protagonista de la narración porque las lealtades se van transformando”, dice Dos Santos.

Como era de esperar, la película continúa superando los límites de lo que es capaz este grupo de realizadores dentro del arte de la animación. Sony Pictures Imageworks, el principal estudio de producción de la película, desarrolló 17 nuevas herramientas sólo para las imágenes y los movimientos.  Con seis universos únicos de Spider-Man listos para ser explorados en la secuela, Spider-Man: Cruzando el multiverso aterriza en las pantallas españolas con unas expectativas muy positivas. “Sony Imageworks está lleno de artistas de animación dedicados a desarrollar estas nuevas  herramientas para ayudar a cada personaje a moverse individualmente. Buscamos que cada uno de los personajes sea representativo de su mundo y  ese fue un gran desafío para nosotros”, nos comenta Dos Santos.

Aunque algunos de los personajes aparecen en pantalla solo unos momentos, sorprende la capacidad de su aparición para reflejar las épocas en que vivieron. “El mayor desafío para nosotros fue no repetir lo que hicimos en la primera película. La primera película fue un cambio de paradigma, transformó las expectativas de muchas personas y ahora nos veíamos obligados a volver a cambiar las reglas. Esta película ni siquiera se parece a la primera y eso hizo que el trabajo fuera muy emocionante para nosotros. Ser capaces de hacer algo diferente, algo que esperamos se sienta tan original como la primera película, fue nuestro gran reto”, confiesa Kemp

El resultado final es una experiencia cinematográfica sorprendente. “Queremos que el público salga del cine sintiendo que ha emprendido un viaje hacia una experiencia completamente nueva”, termina Kemp. 

Incluso con sus magníficas imágenes, humor ingenioso y la creciente expectación antes del estreno, hay un tema central al que Dos Santos, Powers y compañía no pudieron evitar volver durante el largo ciclo de desarrollo de la película: la familia. Miles es una especie rara de superhéroe, que cuenta con una familia muy unida cuyos padres no le han sido cruelmente arrebatados. “La unidad familiar de Miles no es característica de los hombres araña. El tiene algo por lo que luchar. La gente quiere adherirse a las reglas de ciertos mundos o íconos de la cultura pop, y Miles rompe muchas de esas reglas. La familia ha sido nuestra estrella polar a lo largo de este viaje. A pesar de lo grandilocuente que es esta película, nunca perdimos de vista la perspectiva de Miles, rastreamos la emotividad. Ese es el corazón de su historia y esperamos que la gente lo reconozca entre la locura de todo lo demás”, concluye Dos Santos.

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