Es uno de los mejores actores del cine actual, pero, como lleva en el cine desde los 11 años (ahora tiene 48), son muchos los personajes que se ha perdido, ese pudo haber sido y no fue que a veces resulta tan curioso y divertido.
Por ejemplo, Jack Dawson en Titanic (1997) y Will Turner en Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra (2003), que se llevaron respectivamente Leonardo DiCaprio y Orlando Bloom.
También para James Bond en Casino Royale (2006) y el atormentado protagonista de Detrás de las paredes (2011), ambos para Daniel Craig. Y pudo ser Brian O’Conner en la saga The Fast and the Furious (A todo gas) (2001) y el Detective Jake Hoyt en Training Day (Día de entrenamiento) (2001), que le valió una nominación al Oscar a Ethan Hawke.
Más arriesgado fue presentarse al casting para ser Norman Bates en la nueva Psycho (Psicosis) (1998), aunque sí hubiera estado perfecto como Tom Ripley en El talento de Mr. Ripley (1999) y como Maurizio Gucci en La casa Gucci (2021), este último, sin embargo lo rechazó y se lo llevó Adam Driver.
