No es algo raro en Hollywood. Un director puede ser despedido una vez comenzado el rodaje y ser sustituido sin contemplaciones. Eso es lo que pasó con Fast & Furious X, que se estrena el 19 de mayo para arrasar las taquillas de todo el mundo.
Justin Lin, que nació en Taiwán en 1971, era uno de los amigos fieles de la saga de coches, uno más de la familia que lidera Vin Diesel. Había estado al frente de la tercera entrega (A todo gas: Tokyo Race. 2006), la cuarta (Fast & Furious: Aún más rápido. 2009), la quinta (2011), la sexta (2013) y la novena (2021). Era uno de los nuestros.
Pero algo pasó en el rodaje de la décima entrega. Y ocurrió muy pronto: a la semana de empezar la producción. Vin Diesel y el director chocaron, nunca mejor dicho, no se pusieron de acuerdo con las decisiones que había que tomar y Justin Lin se largó del set para no volver.
Que el director abandone el rodaje de una de sus películas más importantes del año hizo saltar las alarmas de Universal. Como cuenta el realizador elegido para sustituir a Lin, el francés Louis Leterrier: «me llamó el presidente de Universal Pictures en persona». Así de grave fue el asunto para la compañía.
Leterrier (en las fotos con Vin Diesel y Jason Momoa) no tiene que demostrar nada. Ahí están los éxitos de Transporter (2002) y Ahora me ves… (2013). Por cierto, parece ser que al francés le recomendó para el puesto Jason Statham. Favor por favor, porque el actor le debe su carrera como héroe de acción a Leterrier gracias a Transporter.
