Se estrena Furiosa: Mad Max Saga, la precuela del reboot Furia en la Carretera de la saga originalmente protagonizada por Mel Gibson, que impresionó a diestro y siniestro no sólo por su espectacular puesta en escena, sino también por la inclusión de roles femeninos positivos en medio de un relato distópico de acción inagotable.
Las cinco entregas de la franquicia han sido escritas y dirigidas por George Miller, quien llegó a ver las entregas de esta saga nominadas al Oscar en categorías tan relevantes como la de Mejor Película y Mejor Director (el caso de Furia en la carretera). Bajo estas circunstancias, era natural que existiera una enorme expectación por su sucesora en términos de estreno, Furiosa: A Mad Max Saga, que es en realidad una precuela, porque transcurre varios años antes de lo que sucedía en el filme lanzado hace casi una década.
Lo primero que ocasiona el traslado temporal hacia los orígenes es la pérdida de Charlize Theron, que interpretó originalmente a la indómita guerrera Furiosa a quien ahora da vida Anya Taylor-Joy. El villano de la historia es Dementus, a quien da vida un Chris Hemsworth con una poderosa nariz romana. Tras su paso por el Festival de cine de Cannes, tuvimos oportunidad de conversar con George Miller en exclusiva sobre una saga que promete volver a conquistar la taquilla.
El Universo Mad Max sigue entusiasmando al mundo. ¿Por qué cree que tiene tanto impacto en la gente a pesar del tiempo?
No tengo una respuesta. Una de las razones por las que todavía me atrae contar este tipo de historias es porque son alegorías. De la misma manera que se podría argumentar que los westerns americanos son alegorías. Y, de hecho, desde los cuentos de hadas hasta las tradiciones populares, la mitología, las fábulas e incluso las parábolas religiosas, se narran a los ojos del espectador, sin importar el lugar donde ocurra, no importa el tiempo ni el espacio. El público está respondiendo a los elementos de una historia que les ha llegado al corazón.
La Nariz de Chris Hemsworth
¿Cuándo supo que Chris Hemsworth era el actor perfecto para unirse a este universo?
La verdad, no lo sabía. Sobre el papel lo tenía claro, pero era una respuesta intuitiva. Yo conocía el trabajo de Chris, y no pensé en ningún otro actor para interpretar el papel. Cuando escribía, su personaje, de alguna manera ya era Chris. Incluso tenía arte conceptual inspirado en él. Su gran aportación a la historia es el osito de peluche. Como actor es maravilloso, pero como persona lo es aún más. Su relación con la interpretación es muy humana, multidimensional. Es un artista que entiende al arte conceptual. Cuando le propusimos la nariz Aquilina, aceptó de inmediato porque era una forma de acercarse a la cultura romana. Hubo momentos en los que estaba viendo su actuación y me preguntaba de dónde había sacado la idea. Si la analogía es el atletismo, tendríamos a un gran atleta. Chris se preparó intensamente para el papel y yo le guié lo mejor que pude. El director nunca sabe lo que va a hacer el actor. Esperas que se rindan a la intuición y yo dejo que suceda, porque me parece maravilloso ver cómo sacan el personaje desde dentro. Nosotros, los directores, no tenemos ningún control, podemos guiarlos, pero la actuación es de ellos.
Ha dicho que Chris añadió parte de la historia del osito de peluche. Ese detalle es sorprendente.
Utilizó ese elemento para conectarse con Furiosa. Estaba en el guion, pero no tan deliberadamente como terminó planteándose. La forma en que Chris guió a Anya en esa parte de la narración, me sorprendió. Se vio a sí mismo como un mentor. Los padres de Chris fueron trabajadores sociales que, en Australia, se convirtieron en pioneros en trabajar con niños maltratados. Y Chris entiende ese aspecto del personaje de Furiosa. Tiene mucha sabiduría humana, para alguien tan relativamente joven y eso se refleja en su trabajo.
¿Qué vio en Anya que le recuerda a Charlize Theron?
No cabe duda que Anya tenía que llenar unos zapatos muy grandes. Yo sólo había visto unos clips cortos de La Bruja, pero con eso fue suficiente para descubrir en ella una atemporalidad reservada para las grandes estrellas. Hay algo en su cara. La forma en que expresa todas esas turbulencias interiores, me llama la atención. Es evidente que le gusta trabajar duro y se esfuerza al máximo.
Siempre se ha acercado a Mad Max con una visión muy detallada. ¿Cómo ha podido mantener esa claridad a lo largo de varias décadas?
Por mi curiosidad y porque todavía tengo ganas de dirigir. Descubrí, cuando comencé a hacer películas, que lo que más me interesaba era cómo contar historias. Eso se ha convertido no solo en una investigación, sino que ahora básicamente dura toda la vida. Nunca tuve la intención de que este fuera el caso, pero así ha sucedido. ¿Cuál es la función del cuento? Esa es la gran pregunta, porque como seres humanos estamos programados para recibir historias. Una de las cosas afortunadas de vivir en Australia es que tenemos en la comunidad indígena más de 65.000 años de historia y contar cuentos forma parte de la humanidad desde el principio. Se puede argumentar que el hombre moderno tiene probablemente 140.000 años, pero hemos evolucionado gracias a la cultura. Los cuentos aparecen en todos los sistemas de creencias y nos interesa en todas las edades. Desde canciones infantiles hasta cuentos de hadas, pasando por todas las historias de la comunidad, el interés por un equipo deportivo local. No podemos evitarlo. Así somos.
¿Cree que el público seguirá yendo al cine?
Aunque los medios siempre cambian, el cine siempre está evolucionando y ahora hemos visto un cambio en la forma en cómo el público se involucra con esta forma de contar historias. Espero y confío en que sigan llenando las salas de cine.
Texto: María Estévez (Cannes)