El maestro del suspense, responsable de clásicos como El sexto sentido (1999), Señales (2002) o Múltiple (2016) estuvo en Madrid para hablarnos de su nueva película, Llaman a la puerta, que no se parece a nada de lo que ha hecho antes el cineasta… bueno, sí en una cosa: es tan enigmática, impredecible e inesperada, que no sabes nunca lo que va a pasar.
El escenario es una alejada cabaña en un bosque, así que la cosa ya pinta bien. Y el director nos ofrece algunas pistas: «Es una historia bíblica ambientada en la actualidad y refleja mis sensaciones actuales de que todo lo que está pasando en este mundo no tiene la mejor pinta ni ofrece las perspectivas más esperanzadoras, pero, pese a todo, creo que estamos luchando y avanzando en la dirección adecuada. No estamos haciéndolo todo bien, desde luego, pero, en general, la dirección en la que estamos avanzando como humanidad es la adecuada, y merecemos la oportunidad de seguir adelante. Esa es mi opinión».
Como ocurre con toda la filmografía de este cineasta nacido en la India en 1970 pero criado en el área suburbana de Penn Valley en Filadelfia, Pensilvania, es conveniente no contar mucho de la trama, o más bien no contar nada. «Me gusta este tipo de narraciones donde no rellenas todo y dejas que el público baile contigo. Algo tipo The Twilight Zone, donde lo que fabrica tu imaginación como espectador es necesario para acabar el retrato».
Eso está muy bien, pero hay una pregunta que Shyamalan se hizo cuando arrancó con este proyecto y a nosotros nos deja con la boca abierta: «¿Puedo hacer una versión terrorífica de La decisión de Sophie y conseguir que el público quiera ir a verla?».
No queremos más pistas, solo decir que la película conecta directamente con la faceta más “hitchcockiana” del director, y eso es siempre una buena noticia.
Las respuestas a todo lo demás, en los cines a partir del 3 de Febrero.