Si Jamie Lee Curtis lo fue en las décadas de 1970 y 1980, Maika Monroe lo es ahora. La corona de «Reina del grito» la tiene esta californiana de 1993 que ha protagonizado The Guest (2014), If Follows (2014), Greta (2018), Watcher (El Extraño) (2022), God is a Bullet (2023) y ahora Longlegs. Todas ellas películas que nos sumergen en pesadillas varias.
En Longlegs mezclamos Red Dragon (novela de Thomas Harris y película), el asesino en serie real Dennis Rader, apodado BTK por Bind, Torture and Kill (atar, torturar y matar), Charles Manson (no estuvo en la escena del crimen, como Longlegs), una granja perdida que podía ser el motel Bates, una señora con un cuchillo que podía ser la madre de Bates y alguien que dice «El demonio me obligó a hacerlo».
Y en medio de todo esto, Maika interpretando a Lee Harker, una agente del FBI recién licenciada que vive en una zona boscosa de Oregón, rodeada de paisajes verdes y cielos grises. Su primer caso consiste en dar caza a un escurridizo asesino en serie.
«El silencio de los corderos ha marcado mucho la película, sin duda. También he tirado mucho del trabajo de Rooney Mara en Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres. Ambas, Lee y Lisbeth Salander, se sienten alejadas de un mundo donde no encajan y se refugian en resolver crímenes de este tipo. Al igual que Lisbeth, mi personaje no se desenvuelve bien en situaciones sociales. Lo suyo no es la gente, pero disfruta del trabajo en solitario. Por otra parte, al contrario que sus compañeros, tiene un sentido de la intuición muy desarrollado. Muchas veces vemos que tiene una especie de corazonada para explicar algo inexplicable. No entendemos cómo sabe lo que sabe, pero está muy en contacto con el entorno. Por eso hace tan bien su trabajo y de ahí que le encarguen este caso».
Gracias a ese talento y esa habilidad especial, entra en un caso que trae de cabeza al FBI desde hace décadas. Se trata de una serie de asesinatos que se perpetúan en el tiempo: un padre mata a toda su familia antes de quitarse la vida. En cada caso, el autor asesina a personas diferentes en casas diferentes con armas diferentes, pero siempre deja una marca muy personal que permite hilar todas las tragedias. Deja mensajes en clave para la policía (como Zodiac) que firma siempre con el mismo nombre: Longlegs. No sabemos quién o qué es Longlegs, porque no deja huellas ni pruebas físicas. No hay duda de que los asesinatos los comete un miembro de la familia, pero la responsabilidad parece surgir de un vínculo común entre todos.
Longlegs se ha convertido en una de las sorpresas cinematográficas de 2024. Lo fue también para la propia actriz. «Al ver la película por primera vez me quedé alucinada. Cuando trabajas en una película de terror, la gente te pregunta si todo da miedo o malestar. Y no suele ser el caso, porque se ven todos los trucos y la sangre de mentira. Pero en esta ocasión por primera vez sentí esa ansiedad y congoja. No quería abrir la puerta por no enfrentarme a lo que habría detrás. Oz no me dejó ver fotos ni nada. Sabía que [Cage] se pasaba varias horas en maquillaje y peluquería, pero no tenía ni idea de lo que tramaban. ¡Fue una experiencia bastante surrealista que no olvidaré en la vida!».
Y es que el aspecto del actor en la película es espeluznante. Como fan del maestro del cine mudo Lon Chaney, conocido por sus interpretaciones de hombres grotescos y torturados, Cage utilizó su personaje para rendirle tributo creando un monstruo digno del actor. Soñaba con crear su propio Fantasma de la ópera, no-nariz incluida. Cage es tan surrealista que explicaba a Fangoria: «Lo que me gusta de los monstruos de Lon Chaney es que tienen un gran corazón y con su interpretación conseguía que me dieran pena. Entonces pensé que quería que Longlegs tratara sobre mi madre. Así es, convertí a mi madre en una asesina en serie. Es algo que puedes hacer cuando le das un giro artístico al planteamiento. Utilicé a mi padre como referente para Drácula (en Besos de vampiro) y a mi madre para Longlegs«.
En la película, Alicia Witt interpreta a la madre de la protagonista. Las dos actrices se llevan en realidad solo 18 años. Perkins recupera a esta excelente y bellísima actriz, a la que recordamos en Leyenda urbana (1998) y Vanilla Sky (2001), y la caracteriza para que no la reconozcamos. En la película lleva el pelo (postizo) muy largo. La propia madre de Witt había entrado en el Libro Guinness por tener la melena más larga del mundo. Por eso la actriz dice que sentía que en el rodaje había una especie de fuerza protectora. «Ocurrieron un montón de pequeños milagros, guiños y señales. Estábamos a mediados de enero en Vancouver. La temperatura estaba bajo cero. ¿Cómo iba a haber moscas? Pero estaban en el guion de lo que teníamos que rodar ese mismo día. Los especialistas que habían contratado para la escena no tuvieron que hacer nada porque las moscas llegaron de forma natural».