¿Por qué se ha terminado la carrera de Armie Hammer?

Todo el mundo en Hollywood quería estar en La red social (The Social Network) (2010). David Fincher buscaba a los actores que debían interpretar a los personajes reales de la historia, los hombres que cambiaron el mundo de la comunicación. Y los cachorros de Hollywood se revolucionaron, estar en esa película podía ser algo demasiado grande. El director y su equipo querían a “su” Mark Zuckerberg, Eduardo Saverin, Sean Parker, Divya Narendra, los gemelos Cameron y Tyler Winklevoss y todos los que participaron en la apasionante historia de la creación de Facebook. Para estos dos últimos, Fincher decidió que no necesitaba a dos actores gemelos, con uno bastaba, en la línea de lo que había hecho David Cronenberg con Jeremy Irons en Inseparables (Dead Ringers) (1988). Un solo actor duplicado por obra y gracia de los efectos digitales.

El elegido fue Armie Hammer, 24 años en ese momento, con algunos trabajos sin destacar en cine y televisión y joven de la alta sociedad americana que había decidido que quería ser actor. Los hermanos Winklevoss eran guapos, millonarios, tenían mucha clase y eran tan poco sofisticados como son la gente sofisticada de verdad. Parecían la versión actualizada de John John Kennedy. Y Armie Hammer tenía todo eso y además era de California, donde nació en agosto de 1986.

Cuando Armie Hammer era el rey del mundo y ocupaba todas las portadas

Armand Hammer, su bisabuelo, fue uno de los hombres más poderosos del mundo. El petróleo le había hecho multimillonario, se codeaba con el Príncipe Carlos (que dijo públicamente que estaba en deuda con Mr. Hammer), los Kennedy, Brézhnev y el Papa, se sentaba al lado de Lady Diana en las cenas y cuando le preguntaban por qué nunca había querido aspirar a la presidencia de Estados Unidos contestaba: “porque el presidente no tiene suficiente poder”. Le llamaban “El Rey de los sobornos”. Tenía mucho poder y una familia horrible. Su hijo Julian era un demente borracho. Su nieto Michael, el padre de Armie, siguió la tradición. Casey, hermana de Michael y tía de Armie, declara en el documental House of Hammer (HBO Max) que su familia era como la de “Succession pero multiplicada por un millón” y que “los Hammer nos llevamos el mejor trato del pacto con el Diablo”.

Cuando Armie Hammer llegó al cine vía La Red Social, a nadie pareció importar que venía de una familia digna de un culebrón que dejaba a Dallas o Falcon Crest a la altura de una sesión matinal de las Silly Symphonies de Disney. Sin llamar mucho la atención, el joven actor se coló en J. Edgar (2010), de Clint Eastwood, interpretando a Clyde Anderson, asistente personal, protegido y amante de Hoover, un papel que quería Bradley Cooper y se lo llevó Hammer. Luego fue el príncipe en Blancanieves (Mirror Mirror) (2012), El Llanero solitario (The Lone Ranger) (2013) y un agente de la KGB junto al espía de la CIA Henry Cavill en Operación U.N.C.L.E. (The Man from U.N.C.L.E.) (2015), de Guy Ritchie. Ninguna de estas películas fueron éxitos formidables, de esos que te convierten en estrella. Tampoco la excelente Animales Nocturnos (Nocturnal Animals) (2016), donde aparecía brevemente como el muy sofisticado y elegante, cómo no, marido de Amy Adams, ni la entretenida Mine (2016), un verdadero tour de force para el actor. 

El actor en Mine (2016), la historia de una marine de los Estados Unidos abandonado en el desierto.

Es más, El Llanero solitario (The Lone Ranger) (2013) y Operación U.N.C.L.E. (The Man from U.N.C.L.E.) dejaron tan descontentos a los que mueven los hilos en Hollywood que muchos pensaron que la carrera del actor se había terminado.

Pero llegó Call Me by Your Name (2017) y todo cambió. En ese momento parecía que se iba a comer el mundo, pero no fue así. Ni Hotel Bombay (2018), sobre los atentados en el hotel Taj de Mumbai en 2008, ni el remake de Rebeca (2020), donde heredó el papel de Maxim de Winter de Laurence Olivier, ayudaron nada. Esta última fue, como diría Roger Ebert, “una película totalmente innecesaria. Nadie necesitaba hacerla y nadie necesita verla”. 

En realidad, resulta sorprendente, pero Armie Hammer no ha tenido ningún bombazo en la taquilla y sí varios fracasos. La Red Social y Call Me by Your Name le dieron prestigio, pero no le convirtieron en una estrella. Simplemente era un actor conocido, un galán prometedor. Todo podía haber sido diferente si hubiese salido adelante una película sobre La Liga de la Justicia que debía dirigir George Miller con él como Bruce Wayne/Batman. El proyecto fue cancelado, aunque luego fue considerado por Warner Bros. para Batman v Superman: El amanecer de la justicia (2016), que terminó en manos de Ben Affleck.

Con Henry Cavill en Operación U.N.C.L.E.

Y entonces saltó el escándalo. Fue justo antes de la pandemia. 

El actor y su esposa Elizabeth Chambers anunciaron su separación y la solicitud de divorcio el 6 de julio de 2020, después de diez años de matrimonio y dos hijos juntos. En medio, el estreno de la nueva película de Hammer, una nueva versión de la novela de Agatha Christie Poirot en Egipto. Muerte en el Nilo (Death on the Nile) (2022) retrasó su estreno varias veces, primero por el COVID 19 y luego por el lío que se montó cuando varias mujeres salieron acusando al actor de acoso, abuso, maltrato y perversiones varias.

Todo el mundo hablaba de Armie Hammer, confundidos entre la sorpresa y el horror. ¿Armie un caníbal? Eso es lo que aseguraban varias mujeres, con mensajes en plan “quiero comerte y morderte hasta la muerte”. ¿Armie un depravado? Pues según varias chicas sí, porque «jugaba» con maniquíes, a los que ataba y luego eso lo replicaba en sus sucesivas amantes. El resultado de todas estas acusaciones: Armie cancelado. Para empezar, fuera de Shotgun Wedding, la comedia de acción que debía protagonizar con Jennifer Lopez (le sustituyó Josh Duhamel). Y fuera de la serie The Offer, la historia de cómo se hizo El Padrino (The Godfather) (1972) donde debía interpretar a Albert S. Ruddy, el productor canadiense que puso en marcha el proyecto de Coppola. Fue sustituido por Miles Tenner. También se cayó de El peor equipo del mundo (2023).

Oímos en el documental House of Hammer que la película preferida del actor es Secretary (2002), la historia de una joven interpretada por Maggie Gyllenhaal que encuentra trabajo como secretaria de un abogado (James Spader) e inicia con él una relación de sumisión, tóxica y sadomasoquista. Ya puestos, podía haber nombrado El último tango en París (Last Tango in Paris) (1972), 9 semanas y media (9 1/2 Weeks) (1986) o la saga de 50 sombras de Grey (Fifty Shades of grey).

The House of Hammer, serie de tres episodios que no sólo se centra en el actor también da un buen repaso a toda su familia, desde el bisabuelo para adelante, se puede ver en HBO y ha sido definida como “Un retorcido atracón de depravación, puritanismo y morbo”.

Cuando saltó el escándalo, su amigo Timothée Chalamet, con el que hizo Call Me by your Name (2017), preparaba la película Bones and All, una road movie sobre un joven caníbal. Chalamet se limitó a contestar a la pregunta sobre qué opinaba sobre su amigo Hammer que “no quiero darte una respuesta parcial, porque es una pregunta digna de una conversación más amplia”. Cuando le preguntaron por Woddy Allen no tuvo tantas precauciones y el joven actor se mostró tan beligerante e inflexible como un lanzallamas.

En estos momentos Armie Hammer busca trabajo. El actor se ha paseado recientemente por varios programas de televisión norteamericanos para dejar claro que está limpio de sus adicciones a las drogas, el alcohol y el sexo, previo paso por una clínica de rehabilitación. Armie dice que su vida de antes era como una montaña rusa, la de ahora es mejor, es feliz, aunque confiesa que está completamente arruinado porque renunció a la herencia familiar al cumplir los 19 años.

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