Michael Mann pilota su nuevo y esperado trabajo dando una lección en el manejo de las escenas de acción automovilística. Tensión, acción, dolor, forman parte de esta cinta de suspense que confirma el regreso del cineasta, que no dirige un largometraje desde Blackhat (2015).
Ferrari no es un biopic tradicional ya que se desarrolla en un momento muy concreto de la vida del creador de la famosa escudería de Fórmula 1: el año 1957. “Muchos de los conflictos de su vida estallan a la vez en ese momento: su empresa está al borde de la quiebra, ha perdido a su hijo, su matrimonio se hunde. Toda su historia y su futuro está en juego en ese momento”, comenta el director de Heat (1995), El dilema (1999) o Collateral (2004).
Mann asegura que el ex piloto de carreras convertido en ingeniero automotriz era un hombre en conflicto. “Muchas partes de él estaban en oposición entre sí y eso me llamó la atención, porque la vida es así. Esta historia es ópera, melodramática, profunda y triste. Tal vez porque soy así, me he sentido atraído por el personaje”.
Ferrari está ambientada durante el verano de 1957. Detrás del espectáculo y el peligro de la Fórmula 1 de los años 50, el ex piloto Enzo Ferrari está en crisis. La quiebra acecha a la empresa que él y su esposa, Laura, construyeron de la nada diez años antes. Su tormentoso matrimonio lucha con el duelo por su único hijo. El ansia de victoria de sus conductores los lleva al límite. Lo apuesta todo al tirar los dados en una carrera, la traicionera 1.000 millas a través de Italia, la icónica Mille Miglia.
Mann, que es un piloto aficionado y ha participado en alguna carrera, admite su posición por una puesta en escena elegante y por dar prioridad a que el espectador sienta en primera persona lo que se vive al conducir aquellos coches en esa época. “Cuando pilotas tienes que estar tan concentrado en un solo objetivo que todo lo demás desaparece”.
Los coches que aparecen son réplicas exactas de los originales. Adam Driver, que interpreta a Ferrari, bromea diciendo que a él no le dejaron ni tocarlos por razones “obvias”, pero Patrick Dempsey, que es en la película el piloto Piero Taruffi, además él mismo un consumado piloto de carreras, confiesa haber vivido una experiencia aterradora. “Con este filme hemos logrado mostrar a lo que se enfrentaban los pilotos en esa época. El público siente literalmente que viaja en el tiempo”.
Dempsey leyó hace muchos años el guión de Ferrari y cuando supo que Mann por fin lo iba a rodar, le escribió para pedirle participar. “Es el mejor guión sobre automovilismo que he leído en mi vida”.
Por su parte, Adam Driver admite que encontró a Ferrari como “un hombre impulsado por el dolor después de la muerte de su hijo. Representar su tristeza me animó a interpretarlo. Además, por supuesto, quería trabajar con Michael Mann”.
El elenco incluye también a Penélope Cruz, Shailene Woodley, Sarah Gadon, Gabriel Leone y Jack O’Connell. Ferrari es una adaptación de la biografía de Brock Yates de 1991, Enzo Ferrari: The Man and the Machine.
Ferrari se estrena en cines el próximo 9 de febrero de 2024
Texto: María Estevez